A pesar de que los perros y los gatos poseen naturalezas muy distintas, pueden relacionarse pacíficamente y esto es muy importante para que disfrutes junto a ellos. Sigue estos consejos para facilitar su convivencia desde el principio:

1. Presentación
 

• Puedes empezar situando al gato y al perro en habitaciones separadas para que se acostumbren de a poco a los olores. También es una buena idea intercambiar alguno de sus objetos para que se reconozcan a través del olfato.
• Antes de la presentación cara a cara, asegúrate de que el perro esté calmado y de que el gato tenga acceso a un lugar lo suficientemente alto para sentirse seguro, si fuese necesario.
• Por precaución, sujeta a tu perro con una correa para controlar sus movimientos.
• ¡Ten mucha paciencia! Algunas mascotas se ignorarán al principio y otras se acercarán, pero cada una lo hará a su propio ritmo.
• Si el perro y el gato se encuentran tranquilos, deja que interactúen entre ellos y refuerza su buen comportamiento con un premio. 

2. Alimentación

• Para evitar disputas por la comida, coloca sus platos en espacios separados hasta que compruebes que la relación es pacífica entre ellos.
• Trata de impedir que uno se coma la comida del otro. Si esto sucede, puedes colocar el comedero de tu gato en una superficie más elevada o de difícil acceso para tu perro.

3. Juegos

• Dedica una buena cantidad de tiempo a los juegos con ambas mascotas para transformar su instinto cazador en una actividad inofensiva y divertida.
• Proporciónales varios juguetes de distintos colores, formas o sonidos para crear una auténtica distracción y afianzar tu vínculo con ellos.

¿Sabías que los perros organizan su sociedad en manadas mientras que los gatos son más solitarios y tienden a defender su territorio? Por eso es importante ofrecerles un espacio propio y seguro. ¡Con el tiempo podrás olvidarte de los dichos sobre “perros y gatos” para disfrutar junto a ellos en todo momento!

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